Ya suenan las campanitas,
nos anuncian las mañanas,
se despiertan los hogares
y caminan las beatas.
Esta escena que describo
es corriente y es diaria,
porque ha sido ya descrita
y por muchos bien contada,
pero llega el nuevo día
y repiten las cigarras,
ese canto que deslumbra
y despeja telarañas,
y se ven las chimeneas,
las aldeas con sus casas,
y las calles muy vacías
que comienzan la jornada...
Ya suena la mar, al fondo,
y navegan por la barra,
las traineras y los botes
a ganarse la soldada,
y los hombres de la aldea,
a la tierra con azada,
mientras otros con sus remos
van a pesca y a las playas,
esas calas tan fecundas
y con peces entre algas,
que les llaman día a día
y les muestras sus escamas,
son los panchos y lubinas,
salmonetes y julianas,
con algunos calamares
que se enredan en las cañas,
y este cuadro y esta escena
se ha quedado entre las almas,
como un lienzo misterioso
retenido de la infancia...
\"...Ya suenan los ruiseñores
animando la alborada,
con sus cantos y sus trinos
para dejarnos su magian...\"
Rafael Sánchez Ortega ©
13/09/19