NUESTRA FOGATA
Esa noche donde todo empezó,
donde tu y yo unidos por ese abrazo,
juntamos nuestras almas...
siendo aquella hermosa fogata,
testigo de lo que llegaba.
Momento sublime...
lleno de silencio,
sonrisas que marcaban siendo libros abiertos,
miradas que sabían que ese instante
no era cuento.
Perdida quedé en tu mirada,
observarte era lo que necesitaba,
y dejabas que el tiempo pasara,
así como si nada.
Leerte en cada movimiento
vaya que fue placentero,
y eran tus manos...
tus dedos cuando los llevabas hacia tu cara,
y tus ojos...
esos ojos que demostraban cuanto amor llevabas.
¡ No necesito mas nada! - pensaba,
tenernos así ya bastaba.
El regocijo de aquel momento
se hizo tan perfecto,
es que allí estabas,
regalando de vos esa tierna mirada...
tan mía amor,
en medio de aquella...
nuestra fogata.
Gianella
(G.V.E.)