IMPÁVIDAS CENIZAS
Te entregué mi amor a manos llenas...
con todo el corazón pincelé poemas,
con ellos quise menguar tus penas...
pudo más que la razón, tu necedad.
En el intento por retenerte...
no quise ver la realidad,
me volví como un ente
perdida en mi soledad.
El fuego de mi voraz incendio,
lentamente…se fue apagando…
se fue apagando…se fue apagando…
lentamente…lentamente…lentamente,
quedando solamente
las impávidas cenizas,
dispersas totalmente
por los remolinos de las brisas.
Felina