La gente va diciendo: Te quiero a diestra y siniestra,
temen decir te amo y uno... no le debe decir te quiero...
a las personas, eso es posesivo, por eso los maltratos y abusos...
porque les advirtieron con el te quiero y no lo entendieron:
Te quiero... para que cocines, laves, planches, seas mi esclava o...
para que me mantengas y no mires a nadie mas.
Si me amas...
Cuando te digan te amo...
alístate a recibir cada día, algo bonito
y darás lo que tu generosidad...
y gratitud... y amor...
te lleven a devolver.
Porque cuando digo te amo,
no te necesito desnuda,
cuando digo... te quiero... si.
Piénsalo y verás que aunque loco, tengo razón.
La fidelidad es tema del querer,
del uso compartido, pero no aceptado,
de partes que ni por su nombre, solemos llamar.
Lealtad es amor, es asunto de actitudes,
de entrega voluntaria,
de apoyo ilimitado,
de complicidad incondicional.
Mi soledad, es por que siempre me han querido,
pero a medida que envejezco, soy menos útil,
menos propio para ser querido;
si tu me amaras, aseguraríamos de por vida,
no volver a estar solos nunca más,
compartir retazos de vida,
chistes pasados de moda... como nosotros...
miradas largas y elocuentes, que expliquen el amor.
Si me amas, la ajada piel de mis manos,
será el cálido terciopelo,
que entibie tus mejillas en el frío invierno.
Si me amas...
sabré guardar el efímero deseo
y lo tornaré en un abrazo eterno, cálido y protector.
Si me amas,
lucharé por mi vida, para disfrutarla contigo.
Si me amas y algún día lo olvido,
recuéstame contra tu pecho,
para que mi corazón, acompasado con el tuyo,
recuerde que mi vida... eres tú.
Si me amas, déjame morir primero,
para no sufrir la pena de perderte,
yo te sabré cuidar, porque te juro,
que sea lo que sea el después...
mi alma, si te poseerá por siempre.
Ron Alphonso