La cuerda se reventó justo a la mitad, casi caía al abismo cuando intentaba jalar para ganar, yo recuerdo que mis manos se habían quemado lo suficiente para soltar la cuerda desde hace un tiempo, pero decidí jalar, seguí jalando y yo la dominaba, hasta que llego el día donde de tanto esfuerzo se reventó.
Entendí que por más esfuerzo que tú le pongas a una cosa que te interesa, tarde o temprano te va a terminar venciendo, no puedes luchar contra años de historia, no puedes luchar con ciencias, no puedes sanar una herida profunda sin ver una cicatriz en tu cuerpo; si no contribuyes te dominan. Antes de que se rompiera la cuerda note que había una navaja queriendo cortar la cuerda, hasta que lo logro.
Tienes que ver el lado bueno, tus manos no murieron, te quedaste arriba de la sima, no caíste al abismo y solo toca regresar por el camino donde viniste y tomar otro donde no tengas que aferrar a dominar algo.