Siempre unidos,
pues somos como el yin yang,
que exige de la existencia del otro para adquirir tranquilidad.
Siempre unidos pero tan desiguales,
como el frío y el calor,
lo ácido y el picante,
como la noche y el día,
la sangre y energía.
Siempre unidos,
somos como el yin yang,
distintos pero complementarios,
y es tan fuerte el amar,
que contra la corriente por ti podría nadar,
y para terminar me das la parsimonia que soñaba encontrar.