Fue una tarde de julio y casi ya al atardecer,
cuando fue nuestro encuentro o nuestra primera vez,
tu buscando un recuerdo, después de un alegre amanecer,
y yo haciendo camino al andar, llevando a cuestas mi cruz.
Con tu mirada angelical, tus ojos me cautivaron,
te dije: - yo puedo hacerlo – que este recuerdo de hoy,
quede por siempre grabado, pues otros no lo lograron,
motivos seguro hay y buscándolos yo voy.
Tu accediste a mi pedido, y ese recuerdo de ayer,
en mi sigue latiendo, esperando que algún día,
nos dé a los dos la razón, pues no te quiero perder,
porque desde aquel momento, tú eres mi alegría.
Yo quiero que tú me entiendas, que no fue una ilusión,
vive en mí un sentimiento de mucho amor y pasión.
solo espero tu llegada, lo espero con gran emoción,
que será a través del tiempo, que nos de toda la razón.
Hay días que me siento triste, porque no sé nada de ti,
pero a veces hay momentos, que no nos queremos separar,
nos estamos conociendo, el tiempo decidirá por ti,
mientras eso vamos construyendo la pasión para poder amar.
Vivo feliz al escuchar tu voz y me envuelves en tus palabras,
y siento toda tu pasión, por eso te pido, no tardes en llegar,
que esperándote siempre estoy y cada tarde cuando me llamas,
siento que mi corazón se agita y te empiezo de nuevo amar.