Hasta que te vi
y descubrí tu maravilloso secreto.
Me congelé con tanta belleza en un solo ser.
Te veía y al mismo tiempo no
y solo entiende el que alguna vez te conoció.
Te vi tan delicada en ese instante
con tus alitas carentes de color
en este craso mundo
pidiendo y suplicando vida al sol.
Un arcoíris salió
y tu rostro triste logré advertir.
Oh, mariposa transparente
¡eres hermosa así!