En la biblioteca de
mi Universidad,
los anaqueles llenos de libros;
lloran, lloran polvo y
se deprimen, con el corazón roto,
apenas hablan, y los estudiantes:
No la visitan a ella,
que yace dormida en todos sus géneros y
verdades, escondiéndose en cada párrafo
y en cada frase,
ellos, frívolos, se pierden
en el tecnológico instante;
Olvidan la eternidad del ahora,
sólo reservada a descubrirla los inmortales.
- Millenial.