Y debía quedarme callada porque te quería.
Así como también debía fingir que nunca me dolía.
Era solo dar, porque nunca recibía algo de ti.
Y tenía que esperar a la misma hora, cada día,
algún gesto lindo que indicase algún cariño
o algún pequeño abrazo aunque completamente vacío.
Debía esperar, y así lo hice.
Todo fue para que sepas que te quise.
Y aunque completamente vacía me quedaba,
era feliz porque creía que me amabas.