Vivo un sueño del que temo despertar.
Sueño una vida que teme ser verdad.
Me someto al verdugo del tiempo,
al devorador de las horas en tu compañía,
al dilatador de los minutos sin tu presencia.
Demasiado lapso onírico, ciclo utópico,
progenitor de desollada fantasía,
posible futuro transmisor de deseos,
temido repique vacío
de buenos días y buenas noches,
alforja de esperanzas no contradichas.
¿dolerá el inerte látigo de un nuevo silencio?