Te veo
y cuando lo hago puedo olfatear
las dulces palabras
que me dicen tus bellos ojos
color negro sabor a chocolate;
y, puedo leer en ellos,
que dices que me amas
con palabras mayúsculas
tan grandes que casi no caben
en tu pequeño corazón.
y, es allí, cuando saboreo
en el palpitar de mi ilusión
la estruendosa sinestesia que padezco
por culpa de este loco amor
que altera mis sentidos
y me deja sin razón.