¡La poesía, grito silencioso del alma humana!
Escribo al compás de la tristeza, alegría, delirio o locura. Igual da. Es el estado del alma quien dicta la asignatura.
Al llorar, desmigaja el dolor, y al reír, la euforia del espíritu.
Y,
Ha de ser plasmada en dicho sentir.
Un instante y todo agoniza. Nada permanece incólume. Por más que ondule en el intelecto los recuerdos, y de nuestras mejillas deslice gotas de lágrimas o fuego del corazón.
El sentir del alma y espíritu, cambia al vaivén de las emociones. Luego, yacen recuerdos cuyo sabor agoniza o pulveriza el paso del tiempo.
*
Hay un instante de la noche
Noche palpitante
Hay un instante de mi alma
Alma delirante
Hay un instante de fuego
Fuego penetrante
Hay un instante de muerte
Muerte agonizante.
* Imagen tomada del muro de Islam Gamal.
Luz Marina Méndez Carrillo/18072019/Derechos de autor reservados.