Diego Nicolás García Contreras

Celsio (soliloquio proto 6)

Gnacias

Agase

Asias

Gnasias

Por no explorar

No tenemos dinasias

Dinastías 

Limpia praderas desconocías

Y a la par se recorrían 

Los elementos y sonidos

Al borde de la mar

La mar esia

10 años tardé en sufrir en demasía 

En llorar y correr a la eutanasia

En aplicar bobos métodos para llamar tu valía y no pude 

Podame de nuevo 

Para entender mi codicia

Alame

Envuélveme en melodías 

10 años cambiandome de frecuencia 

Despotricando a la alegría 

Por no pasarse a mirar mi cristalería 

Hasta que llegó la fontanería 

La farmacia aplacó un poco mi tontería 

Y me dio unguentos de placer y falacia 

Tardes de amor y teocracia 

Hojas en los árboles llenas de astucia

Enmudecian mi hálito a licor 

Y no había nada que hacer sino florecer 

Aparecersele al miedo por democracia

Amastecerse de perfumes la garganta 

Y besar esos labios para olvidar la nostalgia 

Conmemorar la niñez tan sarcástica 

Y me quedo en dos

A salirme las alas de la profunda estética

Y el vigos desenfrenado de la sátira artistica

Y la fábula rústica de la Florida absurdez

Tan práctica 

Y delirante

Gritos de furia en llenos de tántrica boludez 

Y desnuda ayuda entre parques de ruda piedad

Aconchegados 

Anegados 

De mocó en mocó

Ayudantes de la mochila

Principiantes de la vida

Dueños de la libertad prohibida 

De la astuta movida 

Lleno de fuga y valentía 

Cheradores de tantas distintas

Armonías

Y practicantes de todas las voces

De la rúa 

Tardes somos 

Noches de amor violento

Caos sin argumento

Parafraseo o menos que intento 

Y si de mi dependiera

Volvería yo mismo al boche irresoluto del cero

En la maquiavelica guata

Que desabrochó

El veinte y bebió la ventizca 

Que entristeció lentamente al treinta 

Y de dio de comer al diez sin memoria

Para que de desfaza

Y se desabroche 

El chaleco

Y la materia 

Y nadie reproche

Lo que ahora viene el fruto de la esencia

Se compone

Y emerge la inocencia

La humildad de estar tranquilo

En compañía de tus propios suspiros

Transformándolos en versos que van a las nubes

Y vuelven llenos de vuelcos y lápices que Pintan los murmullos de un papel en blanco