UNA VOZ SE ACURRUCA
Abrázame por dentro,
que tiemblan mis sentidos
y ateridos los huesos,
se van haciendo añicos.
Mírame desde fuera
y quiéreme por dentro,
para que fluya siempre
la magia del deseo.
El jardín se ha agostado
de mirar de soslayo,
con los nublados ojos
de mirar solo lejos
y la seca apariencia,
verde nace por dentro.
Primavera de versos,
presos en la conciencia.
Besa la mar la arena,
que entre sus finos granos
con cariño la acepta,
su cuerpo zarandeando
como una brizna al viento
y su suave lamido,
se ha convertido en grito,
por sus sueños robados.
Mírame desde dentro,
para entera sentirte
y por fuera tus ojos,
en su brillo persigan
los míos que se rinden,
como cubre una gota
a la que alcanza y sigue.
Abrígame por fuera
para sentir tu aliento.
Azota el frío viento
la flor que se descubre
y sus pétalos lloran,
por el dolor que sufren.
Solo un instante queda
de la recia tormenta,
que a la vida sacude
en sus carnes abiertas.
Llámame desde lejos
y abrázame tan cerca,
que mi amor se derrumbe,
como alfombran las hojas
la tierra que las nutre.
Y las lágrimas secas,
que mi rostro descubre,
señales de tu ausencia
serán cuando se esfumen.
Solo queda la idea,
que brilla cuando acude
a socorrer la vida,
que en el vacío sucumbe
y sorteando los sueños,
salvar la incertidumbre.
Una voz se acurruca,
en la piel de quien sufre.
A.L.
http://alupego.blogspot.es
06/10/2019