DUELE el dolor que en mi pecho agoniza,
con suspiros sangrientos de dardos de infamia.
Mis ojos opacos por la crueldad que asecha
al ver a mi pueblo sumido en engaño.
DUELE, la risa que cubre el llanto de miles de niños,
que imploran el pan al horno ya frío,
llenando de leña agotó sus espacios,
con vil avaricia destierra al trigo.
DUELE, el frío que hiela la niebla,
con amaneceres tiernos de grandes promesas.
Cargadas de engaños con mil esperanzas,
de falsos políticos que anhelan riquezas.
DUELE, la mirada perdida que en los ojos del abuelo se opaca,
añorando el regreso de sus días de gloria.
El cruel desencanto a nutrido su vida,
de tantas falacias que saquearon su historia.
DUELE, la vida cuando es concebida,
Se asusta en el vientre la desigualdad que asecha.
La maldad de su raza ha calado hasta el vientre,
amenazándola a vivir sin padres o talvez sin familia.
DUELE, el abrazo que sobre el hombro esconde el engaño,
fingiendo amistad te cubre la espalda,
llevando en las manos la ponzoña de un fuerte letargo,
que sega la vista ganando confianza.
DUELE, las leyes que esconden la astucia,
escarbando razones establecen disque justicia,
midiendo el dinero con la culpa ya hecha.
Condenan al justo, liberando al tirano.
DUELE, el aro, el velo y el ajuar de la novia,
que arrastra en la alfombra la opulencia de sueños e ilusiones.
El amor hecho magia no tiene el acertijo,
si talvez esta boda es la marcha a divorcio.
DUELE, el tiesto que sobre el fuego su alma caldea,
esperando al grano a moverse inquieto en su seno,
saltando de angustia, pues no dará consuelo,
ni saciará el hambre de miles que lo esperan.
DUELE el dolor que agoniza en mi pecho,
postrado en la noche en gélida cama,
Implorando al viento que me envuelva en sus alas
el llanto de miles que ya ni se sabe….
DUELE el dolor, las lágrimas y la infamia,
Duelen las palabras del político que solo engaña,
Sembrando el odio, la separación entre hermanos,
Duele a mi patria: el odio y la cizaña.