Oyeme, siéntate en mi lado,
hazme sentir tu calor,
apégate a mi.
Seamos uno,
yo, en ti, perdida,
y tú, rompiéndote
en mi pecho herido
de besos, de caricias
y latidos.
Ámame,
con tu sonrisa de luna,
con tu manto de sudor,
con tu calor y tu brío.
Ya nada busco,
nada quiero,
sólo amarrarme
en tu manos
y quedar prisionera
en la profundidad
tus ojos, de tu amor.