Con más de noventa años,
me sigue aconsejando.
En su enfermedad,
me sigue cuidando.
Mas de los sábados...,
se ha olvidado.
De sus fuerzas,
la han despojado.
Con demencia,
la han condenado.
Hijo de puta macabro,
partíme con un rayo,
pero no terminés con la vida
de la única mujer que me ha amado.