El Prostíbulo
Había una vez un cementerio lleno de tumbas, obvio. Y una tumba le dice a la otra:
-“Y ahora estamos solas…”-,
Y la otra tumba se duerme y no le dice nada. Mientras, que la tumba vé al sepulturero llegar y ésta le pregunta:
-“Oiga, qué hacemos tan solas aquí…”-,
Y el sepulturero le dice:
-“Pues, mira el cielo, ahí donde estás tú…”-,
Y la tumba le dice:
-“Ahí donde usted algún día vas a estar…”-,
Y la tumba se pone a mirar el cielo y dice:
-“Ay, está feo el cielo, está de gris…”-,
Y el sepulturero le dice:
-“Así es…”-,
Y la otra tumba se despierta y le dice:
-“Ay, yá dormí mucho y me ahogo con esta lluvia…”-,
Y la otro tumba le dice:
-“Es que me puse a ver el cielo y está de lluvia…”-,
Y la tumba le dice:
-“Vámonos de aquí…”,
Y la otra tumba le dice:
-“Ay sí, y para ¿dónde…?”-,
Y la tumba le dice:
-“Al prostíbulo de donde era yo…”-,
Y la otra tumba le pregunta:
-“Y, te vendiste mucho…”-,
Y la tumba le dice:
-“No yo era la que limpiaba el prostíbulo…”-.
El Cadáver
Había una vez en un cementerio un cadáver y éste habla, se despierta de un sueño en letargo. Y habla con Dios y le dice:
-“¿Por qué Tú permites que me enterraran vivo…”-,
Y Dios no dice nada. Y el cadáver le vuelve a hablar y le dice:
-“Mira, ¿por qué Tú permites ésto…?”-,
Y Dios lo mira y no le dice nada. Y el cadáver le vuelve a hablar y cansado de ésto le dice:
-“Ah, te lo hicieron a Tí, por eso me lo hiciste a mí…”-,
Hasta que lo destierran vivo. Y éste le dice a Dios:
-“Ah, por eso me sacaste de aquí, a tí desterraron también y todavía sigues vivo, ah…”-.