Muchos quieren ser llamarada
y no llegan ni a cerillos,
dicen sentirse como reyes
pero viven como el lazarillo,
no todos llegaremos a cien años
de soledad pero en algún lugar
debajo de una lluvia fina
alguien como Verónica decide morir
luego de despertar en si el amor y los demonios, hoy solo eres un Quijote de la mancha que camina solitario, solitario por culpa del orgullo y prejuicio,
ya no existen los Romeo y julieta
todos hemos sido corrompido
por el dinero sucio, pareciera que vivimos
el amor en tiempos de cólera
y perdona si te llamo amor se que sería
la gran mentira ya no somos nada
aunque estemos bajo la misma estrella,
si tuviera que volver a escoger diría
tres veces tú pero sabemos que no soy
un principito y que tampoco vivo
en un mundo feliz, nada solo quería ser
un perfecto caballero pero seguiré sin ti,
ahora solo queda despedirme de la chica
del tren, adiós que seas feliz.