emiliodom

FUE ENTONCES...

    Fue entonces, cuando retozó el lamento procedente de unas flores quebradas por el viento, la tierra, se tiñó de azaleas, incluso el magnolio, quiso redimir la solanera con sus graciosos y vistosos capullos de nieve roja... También los sauces,  desprendieron una ligera lluvia azucarada... Las cigüeñas, desplegaron sus alas de luna,  sombreando los fértiles surcos, sembrados de mijo y azafranes... Los cuervos, decidieron huir dispersándose por el espacio azul celeste. Más tarde, llegaron los duendes del amor, engalanados con unos collares confeccionados con campanillas graciosas y ardientes.