pani

EN LOS JARDINES DEL SILENCIO...

 

Se aquieta su espíritu

con la noche nívea...

entre mándragoras y duendes

se aturde su silencio,

 

nada desposee

el éter de su cetro...

salvo la concupiscente

esfera de lo eterno,

 

gladiolos...

se abaten de ternura breve,

frente a la diosa

desnudada...

de su atribulado beso.