Macuto

Siete de octubre

Sufrió de buenos ratos

antes de decidir no amarle más, 

fue una sorpresa

el conjuro que sellaron sus palabras, 

nunca estuvo tan segura de algo

hasta ese momento. 

 

Quería irse,

volar lejos de la incomodidad

que generaban sus palabras

en cualquier hora del día, 

se convertían en sarpullido

los momentos. 

 

Al inicio manejaba los disgustos

escondiéndolos en un baúl,

esquivaba las palabras románticas

con temas cotidianos

y partía a su soledad con pretextos del 

trabajo. 

 

Era buena la vida, 

gozaba de esa estabilidad disimulada 

ante el público, 

nadie dudaba, todo era perfecto. 

 

Pero fueron sus besos miel derramada

y el tiempo ahogó los suspiros, 

mientras los sentimientos se escondían

tras las nubes

que traían aguacero. 

Fue cuando decidió 

terminar con la historia

que merecía un final