La lluvia cae
en la lejanía de los árboles enamorados.
Cada gota,
se desliza rozando la espalda
mojada
de la hoja de un árbol.
La noche oscura,
llena de penumbras.
La soledad sólo interrumpida
por el vuelo de luciérnagas.
Un rayo rompe
el estruendoso silencio...
Allá, a lo lejos,
dibujando una garra electrizante
que desgarra mi Ego.
Este mundo lleno de banalidades.
Navegando entre ociosidades,
cómo poeta náufrago
en busca de verdades.
Me adhiero al mundo y a su absurdo,
me adhiero a la ingenua esperanza
de un mejor mundo.
Con menos codicia...
Con menos odio...
Con menos envidia...
Con más solidaridad.
Con más amor.
Con más bondad.
Más brillante.
Más nuevo.
Unus mundus.