No le cuentes de mí, no hables de tu pasado, no hace falta,
Cuando el sienta que sus besos son como terrón de azúcar en un mar, Se dará cuenta que tu pensamiento se conecta con el recuerdo. Que tu estas ahí, solo por estar; tu pensamiento está muy lejos.
Un cuerpo sin alma, no se incendia ni bañada en gasolina,
Mucho menos una caricia robada, cuando no existía nada,
La mirada vacía no trasmite ni sombras, ni soledad; menos cariño
No vayas por la vida, clavando mil clavos para sacar uno.
Date cuenta que irte fue un error, marcharte por capricho,
Por medir mi orgullo, por verme llorar e ir tras de ti,
Solamente el colibrí es el que vuela en reversa, solo Él
A los quetzales el orgullo les da los colores de su plumaje.
Mi corazón, mi casa y mi guitarra, son de quien los quiere gozar
Nunca llaman, nunca despiden; quien ha de llegar llega y nomas
Quien ha de irse, solo tiene que encaminarse al recuerdo y
Cuidar de no llevarse entre sus cosas; ni nostalgia ni olvido.
Mis brazos no serán lo deseable, pero tienen calor y ternura
Mi guitarra puede que no sea la mejor, pero tiene tono,
Mi cuaderno azul es mi caja fuerte, donde guardo mis tesoros,
El recuerdo de cada noche vivida entre llegadas y despedidas.
No quieras hacer de tu partida un recuerdo, vete y cierra la noche, por la madrugada; no puedes tatuar la noche, el mismo sol borrara tu presencia y las falsas caricias dejadas en mi almohada se irán con la mañana, cuando llegue la realidad y tu sigas siendo una falsedad.
Si al alizar tu pelo suelto sientes mi recuerdo correr por tu cuerpo y tu mente corre arrepentida a donde ya no estoy, no me busques en su mirada, no confundas sus manos con mis caricias; soy la sombra negra en el recuerdo de tu partida, ya no soy lo que fui; no soy tu canción
Tienes derecho a la libertad, es por eso que te fuiste antes de ser noche, saliste por vida, te ahogaban mis besos. Ahora quieres verme y mentirme en cada abrazo, me buscas en todas las canciones…mueres extrañándome en las noches ,cuando tuviste mi vida y toos mis tesoros.
LENNOX
EL QUETZAL EN VUELO