La noche en su silencio me trae tu recuerdo.
Miro las estrellas y ahí te encuentro.
Cada titilar ilumina mi soledad; dulce consuelo del alma.
Vives en mis recuerdos, en cada latido de mi corazón,
en mis lágrimas, nostalgias, risas y alegrías,
pues tuyo soy y seguirás siendo mía.
La brisa nocturna me trae tu aroma mientras me acaricias lento.
Cierro mis ojos y dentro de mí te siento.
Besas mi alma acurrucándome en tu ser eterno.
Ya no he de buscarte fuera, pues vives y vivirás dentro.