SALAMANCA, 21 DE JULIO DEL 2.019
Misteriosa y silenciosa
un día al imposible fué;
yo conducía tu luz de fe
y la oscuridad fue caprichosa.
Un dolor de tempestades
por mi mente, cuyo secreto
era tu pobre querer tan quieto,
como tu sol de amistades.
Maravillas de tu amor y placer
echo de menos por arder,
dolor por Catalunya no dejo
mis pensamientos congelado.
Ruego que por tu espejo
no cantes un golpe de Estado.
NACHO REY