Avanzaban por el cielo
unas nubes con su magia,
alegrando las pupilas
de los niños y las hadas,
eran nubes sin colores,
paliduchas y algo blancas,
alternando con los cirros
de tormentas y tronadas,
y los niños, en el bosque,
con las hadas alternaban,
en el juego que ellos mismos
alentaban con su infancia,
se veían unos elfos
y hasta gnomos con su barba,
en un cromo inenarrable
y de fiesta con su estampa...
Avanzaban por la vida
las personas con su carga,
y también con los deberes
de vencer en la batalla,
eran hombres algo serios,
con gran frío en la mirada,
que olvidaban a los niños
y a su mundo, sin palabras,
e ignoraban la alegría
de los labios que temblaban
y pedían, dulcemente,
a la vida, sus migajas,
esa miel de los poemas,
el salitre de las aguas,
el terruño de los campos
con la rosa para el alma...
\"...Avanzaban las corrientes
y los ríos murmuraban,
y unos niños, en el bosque,
hoy soñaban con las hadas...\"
Rafael Sánchez Ortega ©
19/09/19