Hermosa lunas de Octubre
ostentosa y llena de amor,
Brillante he impenetrable
intimidante y con fervor.
En un techo lleno de estrellas
Inmaculada y vestida de blanco,
Llena de nostalgia y pasión
Sentimentalmente bella.
Luna, testigo silenciosa de romances
compañera de mis locuras
te suplico no descanses,
Tú presenciaste la noche
en que mi amor le confesé
y quien supo de la ilusión que le regalé
tú sabes que yo jamás lo negué.
En mis noches de tristeza
fuiste un consuelo para mí
a pesar de sentir celos de ti,
Dime, ¿cuantas veces ella sintió
que me amaba a mí y no a ti?
¿cuantos suspiros te dedicó a ti
sabiendo que eran para mí?.
Luna, tú que fuiste juez
de esos momentos de locura
dime, que hago con esta ilusión
que no tiene cura,
¿Es que acaso se adueñó de mi mente
y vivirá en mí eternamente?.
Luna de todas las lunas
en el cielo sólo hay una
que estremece mis sentimientos
aunque a veces sin motivo sin razón
Que estremecen a mi alma y corazón.
Mas aquella noche que no estabas
El cielo como cómplice acongojado
cubrió tu rostro con un cielo nublado
Ella aprovecho tu ausencia
Y en mis noches de inocencia
cuando solo me encontraba
Hechizado por sus dulces palabras
me confesó que me amaba.
Sin motivos ni razón, ella se alejó
dejando esquirlas de infinito en mi corazón
Hoy que nuevamente estamos solo
te suplico no te vayas y te quedes a mi lado
Que consueles mi corazón por que ella se a marchado.
Osiel Montes