La lluvia la vestía
con los zapatos de punta
taconeaba la vereda
no era la última primavera
que el invierno revivía
sus recuerdos reverdecían
sin el licor de otras lluvias.
Que meneaba la noche turbia
y el cansancio inesperado
aullidos de gato cansado
arrabalera llovizna
y sus ojos de brisa
empañados por el llanto
entibiaba una sonrisa
del amor que seguía esperando
y la lluvia recordando…tanto.