HARAPOS EN EL AMOR
Con la cara descubierta
y los brazos extendidos,
pide en el suelo el mendigo.
La voz se quiebra por dentro
cuando hace falta el aliento,
para que salga hacia afuera.
Los harapos son testigos
de la lucha encarnizada
que en su interior se libera.
Se baña de oro el metal,
de plomo su corazón
y se viste de coral,
el sentimiento letal
que vive en la sinrazón.
Con láminas de oropel,
se camufla la verdad
y se va quedando atrás,
la esencia de la razón.
La mar azota al batel,
que a duras penas navega,
balanceando su cuerpo
como grácil marioneta.
Se van rasgando la velas
que dirigen su andadura
y se esfuerza el timonel,
sacar fuerzas de su furia
para no desfallecer.
La ola impulsa al batel,
que se inclina y se doblega.
De fino brocado el traje
que viste la indignidad.
Hundido en su falsedad
va forjando singladuras,
quien vive en la oscuridad.
Y en cada ínfimo escalón,
de su siniestra escalada,
deja su lacra marcada
con los pasos del rencor.
Así, reptando el dolor,
va pudriendo la pisada.
Extendió su envergadura
el poderoso ciclón,
sin vida dejó la vida
de lo vivo que quedó
y a su paso destrozó,
recios proyectos de vida.
Desmanteló la estructura
de los sueños e ilusiones,
partiendo en dos el amor.
Zarandeó el corazón,
de las confiadas criaturas.
El más minúsculo insecto
brotó de la seca tierra,
volviendo al amanecer
donde vive la grandeza.
Su diminuto saber
de ancestral sabiduría,
surgió de su renacer,
de la tierra que le obliga.
El huracanado viento,
peinó sus frágiles cuerpos
Y con su cálido aliento,
la flor volvió a florecer.
Harapos en el amor
amordazado por dentro.
Por fuera viste de tul,
de arpillera en su interior.
Un pálpito se cruzó,
con el núcleo de su centro
y el latido descubrió.
Amor que viste de harapos,
pero por dentro es sincero.
A.L.
http://alupego.blogspot.es
10/10/2019