Tristeza, amargo sabor a hiel, dolor del alma sin saber por qué,
no hay consuelo, no hay refugio, sólo lágrimas son mi alimento,
¿Donde está la vida? ¿Dónde la sazón, dónde está la medicina de alivio a mi corazón?
¿Más dolor? ¿Más tristeza? ¿Más llanto? ¿Más desilusión?
Oh Dios, que de lo alto miras, mírame ahora ahogado en llanto,
míra ahora mi agónico corazón, mira cuan grande es mi tristeza,
tan insoportable que duele respirar, tan implacable que no deja pensar.
Antes vivia, hoy muero, antes reía, hoy lloro. Triste es el final de mis días
triste el consuelo de volver a la alegría. Descansará mi alma vacía, mi cuerpo yerto
como lápida perdida.