Es tu aroma una delicia como el maná
Embriagando mis sentidos de tu nardo perfume
Como el fuego que consume al calor del amor
Hoy dedico estos versos, escritos en tu honor
Postro mi cabeza en tu regazo
Aquel mar de nubes consolador
Quien da vida al lienzo de mi alma
Cubriendo con calma mi frágil corazón
Cualquiera pensaría que el poeta aprende sólo
Que los versos, con la experiencia florecen
¡Pero eras tú!
Quien tras días de desvelo
Siempre planeabas como sorprenderme
Eres el lucero del firmamento celeste
Que da luz al ocaso de mi inspiración
Es tu voz la canción más bella del mundo
Y a tu lado, gozo de un triunfo rotundo.
Eliam Cajun®