Cementerios en los extramuros. Tantos que superan a la población. Están enterrados pecadores y puros. Y el viento es la única canción. En un país donde el cerdo se prohíbe. Hay una ciudad con tumbas de animales. Gracias al cerdo la humanidad sobrevive. No sé por qué somos los racionales. Tanger refugio de gente descarriada. Con todas las religiones tolerante. Tengan los perros una última morada. Y en el más allá siga siendo acompañante. Lo más bello del cementerio. Son las plantas y los pájaros. Libres de todo cautiverio. Sin valor material como viejos cántaros