Me senté junto a un tipo en el bar.
Después de un par de tragos, comenzó a conversar conmigo.
Comenzamos hablando del clima y el futbol.
Luego me hablo del amor de su vida.
Por más que intenta, solo piensa en ella.
En la escultura de su espalda.
En las curvas de sus labios.
Hace fiesta con su cintura.
La cama es su altar donde la adora.
Una lagrima rodo por su mejilla.
Al despedirme me levante.
Él también se levantó.
Me acompaño hasta la puerta, donde terma el espejo.