La extrema tolerancia
Es su permisión como madre
Fecundada de los males,
La indulgencia por las perdiciones
De los hombres,
Que extravían a los demases
Hasta fosas sin virtudes
Donde extirpen lo que les plazca,
Y lo soportamos sin aflicciones
Por su afectuosa liviandad
Ante execrables acciones,
Acaba exigiendo
Tolerar lo intolerable.
En la placenta de su complacencia
Nos exprime las morales
En nombre de la tolerancia...
Exagerada es su lástima
Por quienes lastiman.
Y así clausura las puertas de salida
Y abre paso a todas las agresiones,
Anfitriones los piadosos
Coexistiendo con los peores
Los ominosos,
Hasta que comience la cacería
Sin resguardo defensivo para
Los compasivos.
El arma homicida era
La extrema tolerancia
Sus balas la paciencia.
Seguirá dándoles la bienvenida
Hasta rendirse degollada
Por todo a lo que
Le dio entrada,
Y a su vientre ceremonioso
Allegada.
Su amor no tiene limites
Ni filtros
Por eso su sangre
Se filtra en las rejillas
De su morada.
La tolerancia estaba
Enamorada de todos
Los humanos destructivos.
Y se desviste en sus embistes
Su amor no era selectivo.
Seguirá extremista
Amamantando a sus hijos
Y cuando ya no quede
Calostro ni sangre ni plasma
Estarán todos agravados
Por el vínculo...
Es que la extrema tolerancia
Toleraba lo intolerable
Y así muere en concordancia
Con su indiscriminada misericordia,
Su pasión mayor es otra errancia.
JULIETA IALLORENZI
PATENTADO EN SADAIC Y DNDA
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