Te veo en bluyines, con zapatillas
una corbata roja, y corbata amarilla
Las tarjetas clavando
como espinas dolorosas
y las llagas sangrando
por las cuentas desastrosas
Te veo predicando
en el super de la esquina
en la tienda del mall,
sobre el auto de la vecina.
El amor que nos dejaste
lo venden en las vitrinas
con papeles de colores
y en caja de cartón.
Por eso con la razón
de tu sentido común
Hazte en el pecho una cruz
donde coloques tu nombre
así verás a los hombres
siguiéndote para comprarte
como la última oferta
salida por la tarde.