Lo mismo me da
trepar la montaña o volar sin destino
Sentarme en las rocas o seguir el camino
mirar hacia el cielo o cruzar el abismo.
Lo mismo me da
sentir el aplauso o el grito del necio
la luz de los rayos que el no del silencio
la miel de un halago o la traición de un beso.
Lo mismo me da
El triunfo logrado que el tiempo perdido
un campo espigado que un mundo vacío
la noche serena que el día sombrío.
Lo mismo me da
querer que perder, soñar que pelear;
cambiar que volver, amar que llorar.