Gracias por ser la musa
que se adueña de mis versos
aunque no tenga tus besos
a escribir, eres quien me impulsa.
Siempre con su cara bonita
cada una de mis letras endulza
brotan del corazón con riqueza
y a leer a su mirada invita.
Gracias por dar vida a mis poesías
con su imperfección perfecta
que te a hecho ser la arquitecta
y la intervención divina de mis líneas.
Puedo ver una belleza admirable
hermoso adorno de mi entorno
que al amor perdido dio retorno
para encontrar en si lo adorable.
Gracias a Dios le doi por su existencia
la que me llena de mucha alegría
me hace plasmarle en cada poesía
por su exquisita hermosura y esencia.