Hoy llueve más,
no hay tregua.
Tu ausencia.
Pregón indiferente,
estudiado discurso,
palabrería de arena.
Era anunciada y era temida.
Era odiada y a veces,
payasa de mí,
comprendida y querida.
Promesas marchitas.
Inciertas.
Promesas a boca chica.
Desiertas.
Y la lluvia no cesa.
Soledad,
colmo de melancolía,
que me quiebra
tras su negro velo,
a escondidas.