Asklepios

Su caminar

Su caminar, testigo de

una mudanza interminable,

es en lo que ocupa sus consuelos.

Sus pasos, con ese olor a tanta vida,

se suman y suman, no dejan de sumarse

en su mente repleta de insignificantes

éxitos en ruinas, olvidos deshilachados y

proyectos tan innecesarios como vacíos y,

siempre, nunca abordados.

No quisiera saber más de esas sumas

inservibles, de ese acumular tan confuso

como inútil.

Quisiera, tan sólo, gozar de ese

jamás sucedido, de ese nunca inexistente,

de los torpes misterios de la nada y

de los sucesos inevitables.