cuenta esta historia de una señora que se creia religiosa,
pero de religiosa no tenia nada;
en ella no habia bondad, ni amor, ni misericordia..., nada!
solo una falsa apariencia de piedad.
ella no saludaba a nadie, pasaba erguida y altiva por la calle;
hablaba mal de quien podia,
a los mendigos ni un vaso de agua les daba
ni un trozo de pan para saciar su hambre.
todas las tardes se le veia pasar con su Biblia,
su cabello largo, su falda larga...
¡que falsa apariencia de piedad!
se creia religiosa, se creia hija de Dios,
pero ni en su mirada reflejaba amor.
que hermoso hablaba en su iglesia, si hasta inspiraba amor;
sin saber esos hermanos que ella
solo era arbol sin frutos y sin flor.
se rumoreaba en su pasaje el mal testimonio que tenia
ni siquiera sus vecinos le hablaban
porque era un demonio vivo
que a la primera se enojaba y se alteraba,
y los garabatos y las malas palabras
que de ellas salian a todos silenciaban.
no falto aquel dia en que tuvo que vivir
la verguenza de su vida
por si ella cambiaria su forma de ser y de vivir.
ese dia fue su pastor con algunos hermanos de su iglesia
a buscar no se que cosa a su hogar;
enojada como siempre ella hacia los que haceres de su hogar
mientras que su pastor golpeaba y golpeaba la puerta
sin imaginar la cruel respuesta que esa \"hermana\" le iba a dar:
estos pende#$#%#%$ dejen de wueb#$$%%#,
la hermana con todas sus fuerzas grito sin pensar
que al abrir la puerta se encontraria cara a cara con sus hermanos y su pastor.
el pastor no supo que hacer ni tampoco sus hermanos;
la \"hermana\" no hallaba a donde esconderse,
queria que en esa hora se la tragara viva
la tierra; mientras que su pastor le dijo:
que Dios le bendiga, hermana; se dio la media vuelta, y se fue.
triste y avergonzada esa \"hermana\"
quedo sollozando por aquella experiencia que de por vida la marco.
tu que leeras este poema, no juzgues por favor;
solo recuerda aquel adagio: DE TODO HAY EN LA VIÑA DEL SEÑOR.