La poesía no me acude,
a veces la tengo cerca,
algunas otras veces consigo
tomarla con las manos y de
entre mis dedos se hace agua.
La poesía ya no me visita
el cuerpo, la vista ni en los sueños,
sé ha ido para siempre o quizás
sea porque no estoy lo suficientemente
triste, para escribir algo hermoso
que a mí me haga llorar pero
a ti te haga sonreír.
No lo sé, quizás simplemente
ya dejé de existir para ella...
No sé qué digo, ¿Poesía?,
No no estoy seguro.