Y AÚN ASÍ, NO VAS A SU ENCUENTRO
Sientes su presencia
en el rumor de la noche
en la intimidad del silencio
en la fragilidad de las horas
en la espesura del bosque.
En la sonrisa del niño,
en el llanto del anciano
en la fugacidad del tiempo
en el abrazo del mendigo.
Sientes su presencia
en medio del desierto,
en la profundidad del vacío
en la nostalgia del otoño.
Sientes su presencia
en la vida de los que más quieres,
en la mirada de tu enemigo,
en el mañana desconocido,
y aún así, no vas a su encuentro.
Autor. LMML.