Una voz que se alarga
Y palabras hermosas
Se van dando la mano
Como mariposas
Volando en el cacho
De una tarjetita
Coqueta y sonriente
Con la letra amiga
Querida y lejana
De Carlos y Vicky
De acá a la mañana,
Desde allá hace mucho
Cruzándole al viento
Los cuentos de estrellas
Que brillan lejanas
Y te traen locas
Sueños y esperanzas
Mientras te comés
Las uñas, los dedos,
La mano, el sobrero,
Y hasta la comida
Tan mal preparada.
Una voz que plasma
Con cuatro palabras
Esa anochecida
Con mate y bombilla,
Con yerba y azúcar,
Con agua caliente
En la ronda amiga
De caras sonrientes,
Maduras, valientes,
Que gritan y aplauden,
Pegan y acarician,
Jugando dormidas,
Mientras que en la olla
Quedan aburridas
La papa y cebolla,
Dentro del puchero,
La hormiga en el pelo,
El trapo, el ropero,
Jilgueros, suspiros,
Caminos de arroyos,
Lagos, lamparitas,
Carpas que no saben
Buscarte, quererte,
Van sin conocerte,
Quieren asomarse
Sin querer perderte,
Pueden esconderse
En vidas alegres,
Sin querer saberlos
Cercanos, lejanos,
Creen encontrarlos
Sin ir a buscarlos
Ni saber sus penas,
No les dicen nada
Buscando un alivio
En grandes quimeras.
Trasnochadas locas
Que tejen un tul
De cosas que pasan
Trayendo un recuerdo
De las que se fueron
O las que se irían
Cerca del olvido
Del tiempo de antaño,
El paso perdido
Con la luna loca
De la guitarreada.
Un poncho de hilachas
No solo se anuda
Sobre la garganta,
También se hace sueño
Volándose al viento
Junto a algún fogón
Con gente muy joven
Que mira a la noche
Sin miedo en la nada
Porque saben bien
(O creen saber)
Que después de un tiempo
Despuntará el alba,
Bulla de energía
Bien organizada,
Camaradería,
Bronca y alegría
Toda amontonada.