Atiborrado dulzor, en mi beso extasiado.
Apetito sempiterno... las marcas de los labios;
lindura podal, azares de los signos.
Se hace media noche... oh! valer de un crepúsculo,
hermanados en mi hoguera al tocarte...
Prolongados embates y jadeos,
reposo vibrando en sus pechos;
mojado con rocío de su piel,
Y verla dormir, mi flor de miel...
¡Filogenia, con el don acertados!
para mujeres bonitas por otra parte...
pero con pies feos.
Don, que no otorga dos linduras...
Si es podal no es vulvar;
Si olas besan la arena por donde ella pasó...
Si a mi me encanta el borde de sus labios...
Me guarecí en la intensidad de los deseos
... Y emprendí en su río, un viaje sin retorno
Y en mi bogar andado...
me guarecí en la intensidad de sus deseos.
marcándole así, mis dientes en sus glúteos,
mis manos venosas en sus piernas,
en este nuestro opseso pasional
lúbricos gemidos que no cesan...
Cuando el cielo se llena de sol
O cuando nos mira la luna
Y nosotros, juntando nuestros sueños
¡Que importa si no se es perfecto!
¡Que importa!...
Si lo mejor de cada momento
¡es amarnos noche y día...!