jennvecino

XXV

Llegó y consigo un huracán

Sus manos daban alas rotas

Y prometían vuelos inalcanzables

Más su mirada me daba paz, como un juego de niños

Donde el final, ya escrito… nos prometía una historia sin igual,

Que, aunque ese final fuese más imponente que el presente,

Sería una ruptura mutua, la más majestuosa, con un sin sabor de amores perdidos

En donde tratábamos de armarnos con pedazos de pasado, creyendo a tientas que seríamos futuro.

Mas así te amé, con besos rotos, y sueños fruncidos en palabras olvidadas  que alguna vez proclamé,

Serás huella inconclusa en este cuerpo que amordaza tu recuerdo para hacerlo gemir en silencio,

Así inmunizar tu cuerpo que le doy vida en mis recuerdos, y vuelvo, de formas imperfectas a hacerte mío, a tratar de alcanzar el orgasmo de tu celo,  porque allí siempre serás mío… allí jamás dejaré de ser tuya.