CARICIA
¿Cuantas primaveras infinitas
llueven de tus manos en el encuentro
que ilumina la ceguera de mi piel?
No es solo quererte, es sentir tus continentes,
tu agua dulce, tu suspiro cálido,
eso de prestame andamios al furor que falta,
calditos humeantes de futuros que regalas,
tu leche tibia de cada mañana
que auxilian con luz mi nube de adioses.
No es solo vivir, es también crecer,
saltar torrentes infectados de náufragos
que duermen siesta de desolación
en la comodidad de escarpines que matan.
Llegar a las orillas de los amaneceres
y prodigarse pleno a punta de alma,
poniéndole hombro a cada mañana
sin otra ambición que plena eternidad.
Una caricia, lo que se no se ve,
cuando dos corazones se encuentran.
Es la mano que trabaja la tierra
donde se quiere ser medularmente árbol....
A.C.F – OCTUBRE DE 2019
ARGENTINA