¿Quieres saber cuánto te quiero?
Si yo midiera los Himalayas
o contara las arenas de un desierto enorme
o enumerara las estrellas del cielo nocturno
o simplemente dijera “infinito”,
no bastaría para cuánto te quiero.
¿No me crees?
Si observara todos los paisajes del planeta
o escuchara la melodía más hermosa
o acariciara al perrito más peludo y esponjoso
o degustara el mejor café del mundo
tanto en su aroma como en su sabor,
nada se compararía a contemplar tus ojos,
escuchar tu voz,
tomar tu mano,
respirar tu perfume natural
o tímidamente catar tus labios con un beso gentil.
¿Sigues sin creerme?
Si descubriera el patrón de los números primos
o acertara en la teoría unificada de la física
o leyera todos los libros de filosofía (en sus idiomas originales)
o alcanzara la iluminación
o comprendiera todos los misterios de la humanidad,
nada se parecería a conocerte
y descubrirte como persona,
como mujer,
con tus virtudes y defectos.
¡Eres maravillosa!
¿Todavía no?
Si escribiera los mejores libros de literatura
o compusiera las más hermosas canciones
o pintara los más bellos cuadros
o fuera el mejor escultor de todos los tiempos
o el mejor artesano de lo que sea,
nada,
¡NADA!
se compararía a soñar una vida contigo
y tener la oportunidad de estar a tu lado
hasta el fin de los días en este mundo.
¿Cuánto te quiero?
Pues...
Muchísimo.