Cuando pienso en las damas que me amaron
en los años de frescas primaveras;
cuando suaves caricias hechiceras
nuestras flamas de amor las despertaron.
Me pregunto si nunca imaginaron
que fenecen de pronto las quimeras;
cuando pienso en las damas que me amaron
en los años de frescas primaveras.
Los momentos que tiernas me brindaron,
con sus cuerpos esbeltos de palmeras
y sus manos de dulces violeteras;
en el alma los siento que quedaron
cuando pienso en las damas que me amaron.
Autor: Aníbal Rodríguez.